Uno de los objetivos del programa Erasmus de intercambio de estudiantes entre universidades, era crear ciudadanos europeos. Él siempre lo fue, estudiante y europeo, viajero, y una de esas personas con un don para los idiomas, lenguas y acentos.
De la quietud y encanto venecianos a la urbe alemana. Sus ciudades de origen, Venecia y Hamburgo, tienen mucho en común, aunque a priori no lo parezca. Y ellos también, sobre todo su humor ácido y ahora además su hijo, un ciudadano europeo.