Amantes del vino y la gastronomía, de la lectura y de viajar. Se casaron en
secreto y se fueron de viaje de novios a Japón. A sus amigos les enviaron
fotos vestidos con los trajes de geisha y samurái. En el dibujo, además,
aparece representado su barrio, muchas aficiones y sus lugares de origen.
Éstos mediante la fusión de sus tradiciones: los diablillos de Sepúlveda que
forman un Castell como si fueran Castellers.